Sabiduría bíblica para problemas No hay más de un misterio
Sabiduría bíblica para problemas No hay más de un misterio
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El valía más allá de cualquier cosa en este mundo se ve reflejado en cómo nos enfrentamos al sufrimiento y la persecución. Jesús nos dice que continuemos predicando el evangelio, incluso si enfrentamos hostilidad y oposición por parte de las personas. Este valor se apoyo en tener confianza en Dios y estar seguros de nuestro valencia como hijos de Dios.
Debemos seguir su ejemplo y ser valientes en nuestra Confianza, confiando en Dios para darnos el valor necesario para carear cualquier situación.
Al enfrentar la persecución, Jesús nos dice que no debemos temer a los seres humanos que pueden matar solo el cuerpo, sino al Señor que tiene el poder sobre el alma y el cuerpo.
Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su aprecio en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha poliedro.
Esto significa que debemos ser firmes en nuestra fe y no renunciar a ella frente a el rechazo de las personas.
La mutilación de alguno de nuestros miembros es un mal, pues correspondería a la naturaleza humana el tener la plenitud de sus miembros.
¿Cuál es la relevancia del sufrimiento de Cristo en la salvación de la humanidad según los textos bíblicos y cómo podemos reflexionar sobre ello en nuestra fe cristiana?
Nosotros somos extranjeros y peregrinos delante de ti, como lo fueron nuestros padres: nuestros díTriunfador sobre la tierra pasan como una sombra, sin esperanza.
Sin bloqueo, debemos rememorar que nuestra representación como seguidores de Cristo es compartir el mensaje de bienquerencia y esperanza con todos, incluso aquellos que nos rechazan o perseguen por ello.
Mis huesos se quebrantan por la engaño de mis adversarios; mientras me preguntan sin cesar: «¿Dónde está tu Dios?»
«Entre el inicio y el final de la Biblia, existe el mal y existe el sufrimiento. Pero el punto que debe observarse es que desde la perspectiva de la gran historia de la Biblia, ambos están profundamente relacionados: el mal es la causa primitiva del sufrimiento, la sublevación es la raíz del dolor, el pecado es el origen de la asesinato»[3].
“Y el Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en el creer, para que abunden en esperanza por el poder del Espíritu Santo” (Romanos 15:13)
Y esta esperanza no here nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha cubo.